martes, 3 de septiembre de 2024

Odio al Deportivo Pereira y Todo lo que Tenga que Ver con Él

 

foto: cortesía

Sí, como lo leen en el título: odio al Deportivo Pereira y todo lo que tenga que ver con él. ¡No! No es un error. Es que simplemente, cuando veo a sus jugadores en un partido como el clásico cafetero de hoy, me da ansiedad, me sudan las manos. Ver a los jugadores matecañas perder el balón rápidamente e intentar sin éxito hacer un gol, desespera a cualquiera. Y eso que no vieron a mis acompañantes, gritando desesperados sobre por qué los jugadores no hacían esto o aquello. Fue un partido que dejó sinsabores, en el que el Deportivo Pereira tuvo poca profundidad en ataque. ¿Intentó varias veces abrir el marcador? ¡Sí! Pero sin ningún resultado positivo. Fue una lucha intensa de 90 minutos que terminó dándole la victoria al rival.

Si has llegado hasta esta parte y me odias, y tal vez ya has dicho no sé cuántas cosas sobre mí, aún no he dicho lo peor. Y es que, ¡sí! Odio al Deportivo Pereira y todo lo que tenga que ver con él, porque una parte de ellos somos aquellos espectadores que solo vemos los partidos de manera superficial. No valoramos a esos jugadores que sudan la camiseta hasta el último minuto, que lo intentan una y otra vez, que salen a la cancha a comerse el mundo. Pero tal vez lo que no vemos los espectadores son todas las situaciones que viven, desde la falta de sus sueldos hasta la desmotivación por un constante cambio de compañeros, y una inestabilidad que asusta a todos.

Odio a aquellos que, como yo, se quedan solo con los 90 minutos del partido, pero amo a la otra parte: a su hinchada fiel, aquella que, sin importar la derrota, la agonía de un juego, o el sufrimiento que pueda quedar, sigue fiel a su equipo, a su tradición, a su amor por los colores amarillo y rojo. ¡Ay! Si les dijera cuánto amo su valentía, cuánto los admiro... No me alcanzaría este escrito para describir a una hinchada única en el país.

¿Saben qué odio? Las mariposas en mi estómago cuando juegan los matecañas, lo que me hace sentir tan profundamente, que vibro con lo que hacen. (Si eso siento yo, no me imagino lo que sienten sus hinchas). Odio tal vez no ser tan leal y fiel como sus seguidores; pero agradezco por ser parte de esa historia pereirana.

Gracias por leer un poco de este desahogo, que más que una queja, es un escrito real. Como bien dice por ahí un poema: "¿Ahora sí me crees que te quiero, Deportivo Pereira?".

El fútbol es un deporte de odios y amores, de diferentes sensaciones. Tal vez lo que yo llamo odio sea en realidad un amor profundo. Lo que sí odio, en realidad, es lo que se puede generar al final de un partido como este, donde jóvenes, porque ni siquiera se les puede llamar hinchas, se agreden y pelean por una camiseta. Eso no es fiesta futbolera. Hacer daños en las calles, agredirse mutuamente, incluso tal vez perder una vida (al cierre de este escrito no sabemos si alguien falleció), todo por algo que se debería vivir en paz.

Admiro y respeto al Deportivo Pereira y a sus hinchas, pero rechazo las situaciones que se viven a las afueras en un clásico donde la alteración del orden público reinó más que el fútbol. Así que, aunque comencé diciendo que odio al Deportivo Pereira, al final del día, me doy cuenta de que lo que realmente odio es la injusticia y la violencia que rodean a este deporte que tanto amo.

Gracias por leer hasta el final y no quedarse con la primera impresión, pues siempre habrá algo más que mostrar.

Alexandra Moncada
@rutasycafe

 


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